Según el Presidente gallego, cuantos presidentes para tan poco país!!, no piensa admitir que alguien que no respeta la democracia quiera ser recibido por su excelentiiiisssima persona.
Y entonces observas a la gente que protesta, gente humilde y trabajadora, que ha sido estafada gracias a su buena fe por el director bancario de turno que les aconsejaba depositar su dinero en esos fondos, pero claro, la letra pequeña decía y decía y decía, total, que al final, han creado un corralito a la gallega, y las pobres gentes claman por que se les devuelvan sus ahorros.
Y ves a hijos de jubilados furiosos clamando y a ancianos llorando y a Feijoo, menos señor que nunca, dando clases de democracia. Y te admiras como entre tanta gente y tanto tumulto no haya nadie que se vaya hacia el y convierta a Jack el Destripador en un cirujano plástico.
Estamos hartos de tanto banquero ladrón, de tanto político corrupto dando clases de democracia, cuando hay una generación que prácticamente tiene imposible un trabajo, y ya solo faltaba que los ahorros de toda una vida fuesen malversados, con engaños, mientras unos y otros, salen diciendo parrafadas sin sentido y que difícilmente entiende la gente de la calle, la misma que ha sido estafada, engañada y agredida por filibusteros con corbata que ahora blindan sus jubilaciones con cifras astronómicas o se presentan al juzgado vestidos de diseño mientras la gente a su alrededor clama con rabia recuperar lo que es suyo.
Pero ya se sabe que a todos estos nunca les faltara trabajo, porque una vez abandonan la política, siempre existe un consejo de administración, o dos, para captarlos y que no sufran ninguna penuria, pobrecitos míos, que tengan presente que la sociedad no olvida sus desvelos y eternamente les estará agradecidos, a pesar de los desagradecidos que claman y los insultan por 4 euros de mierda.