Cada uno puede llamar a quien quiera, pensara alguno, y cierto es, pero dicho teléfono era pagado por el sufrido contribuyente y claro, también mas de uno dirá, que me lo dejen a mi también para darme un homenaje como el del representante municipal, que la democracia consiste en hacernos a todos iguales.
Este señor, Daniel Plaza, del PP, pero perfectamente podría ser de cualquier otro partido o sigla, que en vicios todos somos iguales o al menos parecidos, en su discurso de despedida ha aludido, y cito textual:
"Al agotamiento a causa del linchamiento político mediático de él y toda su familia."
Por supuesto sus compañeros de partido, supongo que puestos en pie, le han aplaudido y vitoreado e incluso dado todo su apoyo en momentos tan duros y delicados. Que nunca se sabe y hoy puede ser por ti y mañana quizás por mí.
Supongo que tras el duro trabajo y el incesante stress soportado, las insinuantes palabras de una señorita deben ser reconfortantes y excitantes, nadie duda de su aplicación y profesionalidad, pero sería mucho más honesto que los vicios o pasiones, sean cuales sean, cada uno se las pague de su propio bolsillo, porque si no parece, y lo es, que lo más decente de todo esto es la señorita que entre susurros e insinuaciones pregunta con voz melosa:
"¿A que no adivinas que llevo puesto?"
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