domingo, 9 de octubre de 2011

DE GENEROS O GENERAS

Cuando los ciudadanos y ciudadanas que vivimos por aquí nos demos cuenta que no es machismo trasnochado el emplear el neutro para referirnos al conjunto o conjunta, sino que es por ahorro de léxico para que sea mucho mas cómodo o cómoda la comunicación y a la vez se economice en palabras, que ya se sabe que por estos lares la lectura o lecturo no es algo que sea muy habitual.
Quizá entonces podamos empezar a solucionar otro tipo de problemas mucho más graves, que si atañen a la buena convivencia del personal en general.
Que alguien se sienta agraviado o agraviada por este tema o temo,  me temo que es porque tiene las miras más bien cortas y enmaraña con cosas superfluas temas mucho más graves y que de verdad hacen que la calidad de vida, sea cada vez mas paupérrima.
Y lo que de verdad es importante es que haya trabajo para todos, y todas, las hipotecas e hipotecos no sean exageradas y que la sanidad no tenga tanto recorte como para que los pensionistas o personas agravadas por enfermedades crónicas o crónicos se sienta asustada por no poder tener el fármaco adecuado y gratuito como hasta ahora venía siendo lo habitual.
Que haya furibundas feministas o feministos que se rasgan las vestiduras por tamaña majadería es como para que se cierre el quiosco y cada uno o una se las arregle como pueda.
Todo lo demás es, norma general en este país por otra parte, sacar los pies del tiesto.
Y si es por eso, no dejare de recordar que hasta una ministra, la Sra Aido, se puso el diccionario por montera y dijo aquello de los miembros o miembras, que ya es tener cuajo y falta de cultura o culturo.
Lo malo es que a ella se le paga, o pagaba un sueldo exagerado, visto lo visto, para regentar un ministerio que a las primeras de cambio ha desaparecido, y al que parece ser, nadie echa de menos.
Así que háganme el favor trabajadores y trabajadoras sindicatos y sindicatas, déjense de majaderías lingüísticas mal traídas y políticamente correctas y dediquen su tiempo a la solución de problemas importantes, así nos ahorraremos tiempo a la hora de leer y papel y tinta, o tinto, a la hora de imprimir y seremos claros concisos y todo el mundo podrá reconocer en un comunicado que con algo tan simple como la palabra nos veamos representados todos y todas porque nadie se sentirá excluido por no incluir masculino y femenino redundando hasta el absurdo esperpento de creernos los más modernos y progresistas del planeta tierra porque los ciudadanos y ciudadanas se sientan claramente implicados por utilizar los dos géneros a la vez, mientras se nos sodomiza, con mucho talante, sin que importe el género del miembro o de la miembra como muy bien dirìa la iletrada ministra.

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