Fue grato ver a antiguos compañeros de peña, Cebadero, Roque, Pepe, Falo, perdón si me dejo alguno, acompañados de sus mujeres, algunas de las cuales ya venían con nosotros en la adolescencia y en la misma peña.
También contactas con personas que, aun siendo del mismo lugar, apenas tienes tratadas y ese día se abren y charlan y te tratan como si lo hubiesen hecho habitualmente de siempre, y lo dicho, siempre en un clima cordial y armonioso.
Así que quedamos con ganas de reunirnos a los 55 y esperar que el tiempo no haga muchos estragos ni en lo físico ni en lo emocional con nadie, y lo podamos pasar de igual manera y con el mismo compañerismo reinante.
Y un recuerdo muy especial a María Jesús que siempre contagia con sus ganas y alegría a todos los que estamos a su lado y que tan movida se la vio todo el día.
Lo dicho, me quedaron ganas de repetir, así que hasta la próxima compañeros.
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