HOUSE

Ha finalizado la serie House y el doctor mas borde e inhóspito de la historia ha calado entre el personal, al que parece ser que le ha caído en gracia.
Afortunadamente es ficción, porque, por un momento, imagínense ustedes llegando a un hospital y ser recibidos con la prepotencia, soberbia y sobrado cinismo del doctor en cuestión, seguro que dejaría de hacerles tanta gracia y caerles tan simpático.
La televisión tiene ese efecto, cosas que detestaríamos en la vida real, al verlas tras la pantalla pasan a ser culto de admiración y lideres en prime time.
Espero que la próxima vez que vayamos al médico de cabecera y esperemos media hora más de lo previsto, recordemos que siempre podría haber sido peor y que el mismísimo House en persona nos podía haber recibido con la ironía cruel y refinada que normalmente es su seña de identidad.