Desde un principio me engancho la historia de Teresa Mendoza, una traficante de droga nacida en Sinaloa y que tuvo que emigrar para España, por seguridad.
Por primera vez también oí hablar de los narcocorridos. Típicos de México, narran la historia de narcotraficantes famosos y conocidos, e incluso en muchos casos respetados, y sus correrías con la ley y las partidas de droga.
Paradójicamente son admirados por el pueblo, que abandonado por los políticos de turno, ven como sus ciudades y pueblos son abastecidos con servicios tan básicos como agua corriente y electricidad, que estos capos financian con dinero de la droga; logrando un efecto de admiración y aprecio hacia este tipo de delincuente. Son los Robin Hood del siglo XXI
Una serie de grupos, Los tucanes de Tijuana, Huracanes del Norte, El coyote y su banda, y los más famosos de todos Los tigres del norte, son los encargados de cantar las vicisitudes de estos hombres rodeados de dinero, droga, pistolas y federales.
Sus conciertos son seguidos con profusión por multitudes que cantan con admiración todas estas aventuras.
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